Órgano de prensa del pueblo y la trinchera informativa de sus luchas

lunes, 31 de julio de 2017

LA DISCRIMINACIÓN: LA CARA OCULTA DE LA INSEGURIDAD CIUDADANA


Augusto Lostaunau Moscol *

“Ausente, sin memoria, sin sueños rotos, sin desamor, sin religión, como un invisible faro sin luz…”
Leonardo Olórtegui (2017)

Muchos “analistas políticos” (de esos que siempre salen en los mismos medios de comunicación particulares y con intereses) han mostrado su disconformidad con el más reciente mensaje que el presidente Pedro Pablo Kuczynski presentó ante el Congreso de la República. Se ha criticado que se “escudó” en hechos como el Fenómeno del Niño o la Corrupción de Odebrecht para intentar justificar el “estancamiento económico”; que se “involucró” en temas externos mientras la mitad del país vive la huelga magisterial que alcanza cada vez mayores expresiones de violencia; que “anunció” la llegada del Papa Francisco I en un país que se supone tiene un Estado Laico; que “pregonó” la realización del Dakar mientras miles de kilómetros de nuestras carreteras se encuentran en pésimo estado. Mejor dicho, uno de los discursos al Congreso que será recordado por hablar mucho, pero no decir nada importante. Quizás por eso ahora le llaman Mensaje al Congreso de la Nación porque, de Mensaje a la Nación no hubo nada. Mejor dicho: Nada de Nada.

Y, aunque todas las críticas son válidas o discutibles (lo que no es la intención del presente escrito) nos ha llamado la atención que nadie diga nada sobre la ausencia total de una política nacional contra toda forma de discriminación, la otra forma de inseguridad ciudadana que afecta a los más indefensos. Quizás es por eso, porque en un país como el Perú, a todos nos enseñan a defendernos desde niños. A salir a la calle pensando en que “nadie me va defender” así que, es mi absoluta responsabilidad hacerlo.

Así, mientras casi todos celebraban el feriado largo de medio año (aquel que con mucho eufemismo llamamos Fiestas Patrias), se dieron muchos casos de “inseguridad ciudadana visible”. Uno de ellos es el lamentable asesinato de un joven en el distrito de San Luis, quien por evitar el robo a su prima fue asesinado por los delincuentes que siempre portan armas de fuego. Y el robo no se iba a realizar en una “zona oscura o marginal” de la capital; por el contrario, en una de las avenidas más transitadas de Lima. ¿Y la Policía Nacional? Quizás por eso desde niños nos han enseñado a defendernos porque nadie nos va defender.

Este lamentable caso que enluta a una familia es un hecho común en la crónica sangrienta de los diarios (principalmente de la llamada prensa chicha) y de la televisión basura. Afecta a casi todos los peruanos quienes día a día ven como las armas de fuego ciegan la vida de más peruanos, casi como en la época del terrorismo (de ambos terrorismos). Así que, cuando te despides de una persona y te dice “¡CUÍDATE!”, es porque en realidad te debes cuidar, porque en el Perú las balas te pueden caer de cualquier lado. ¿Y la Policía Nacional? Es una institución a la que no le interesa lo que sucede en las calles. ¿Y el ministro del interior? Caminando detrás de la Primera Dama y hablando a su oído. Nada más sabe hacer. 

Pero, el título de este escrito es La discriminación: la cara oculta de la inseguridad ciudadana, lo cual indica que debemos atender el problema más invisibilizado de nuestra sociedad: la existencia de la discriminación. 

Aquí en el Perú no existe una política nacional contra la discriminación. Sea cual fuese el tipo de discriminación, no existe una política para extirparla de la realidad cotidiana. Porque, la discriminación ya forma parte de nuestra realidad cotidiana. No sólo es el racismo que margina a los peruanos (la gran mayoría de nosotros) por presentar rasgos fenotípicos andinos (ósea serranos). No sólo es sexista. No sólo es de género. No sólo es por ideología. La discriminación también llega a los más indefensos. A aquellos que por su propia condición no tienen la posibilidad de defenderse. Esa defensa que a todos nos han enseñado. Y me refiero directamente a los peruanos que presentan la condición de autismo. Y de esto nadie dice nada. Se puede insultar, despreciar, marginar, burlar, etc. a una persona con condición de autismo y nadie dice nada. La prensa basura no dice nada. El gobierno no dice nada. La Policía Nacional no hace nada. La sociedad mira a otro lado. Y, salvo aquellos familiares afectados directamente por tener entre los suyos a un miembro con condición de autismo, la discriminación se produce a vista y paciencia. Y nadie hace nada.

El miércoles 26 de julio de 2017, un niño de ocho años con condición de autismo fue prácticamente agredido en el Centro Comercial Plaza San Miguel, mientras –junto a sus padres- hacía cola para comprar entradas a un circo de temporada. Y, pese a que existen carteles en ese distrito que indican que En San Miguel No Se Discrimina, la autoridad municipal no se ha pronunciado por el hecho. La denuncia existe. Está en la administración del Centro Comercial. La empresa Teletiket calla en mil idiomas. La empresa VIPS también. Sólo la indignación desatada en las redes sociales hace referencia al hecho. Son cientos (podemos decir miles) que se han solidarizado con los padres del niño agredido. Pero, las “autoridades” no dicen nada. 

El agresor, un guardia de seguridad particular -de esos que son muy “valientes” cuando se trata de controlar espectáculos donde asisten niños y mujeres, pero que se ponen “contemplativos” cuando se trata de cuidar a las barras que asisten a los estadios- que en todo momento demostró la mayor ignorancia sobre el tema de la condición de autismo. ¿Las empresas no seleccionan bien al personal que contratan? ¿No los capacitan? ¿Acaso las empresas de seguridad demuestran mayor “calidad” cuando contratan más “matones”?

Y mientras todos van por los caminos que las cortinas de humo les indican, miles de peruanos siguen siendo discriminados en su propio país. 

*Historiador (UNFV) que apoya al Colegio Profesional de Historiadores del Perú.

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